lunes, 17 de enero de 2011

Flash Back

Estando sentada en esta casa, oliendo este olor, mirando el cielo encapotado y un jardín con flores, me doy cuenta de que las atmósferas encantadas realmente existen.
El olor es nostálgico. Aroma dulce, antiguo, a algo que se ha mantenido guardado durante mucho tiempo. A mi abuela. Largas tardes jugando con sus viejas muñecas.
La vista es sencilla. Un jardín, macetas con flores. Una parte de gravilla hace un contrapunto oscuro al indiscutible verde del césped.
Al fondo del jardín, no mucho más lejos que a quince pasos, un pequeño muro de piedras de hormigón impide que se desborden árboles y arbustos salvajes, que parecen escuálidos y secos en comparación con el jardín de al lado.
Oigo tronar. Los gritos de los niños persiguiéndose, sus risas, armonizan con el ambiente de añoranza que flota por la casa.
El viento mece las hojas, en un mudo preludio de lluvia y tormenta. Para. Vuelve a empezar. Protesta al ver que nadie lo escucha…
Excepto yo.

Esta sensación de nostalgia, de la mano con el aroma a antiguo, parece que te invita a recordar. A flash-backs de momentos felices pasados en el jardín.

Un árbol nudoso da plácida sombra a un grupo de muchachas, que por no ser viejas las llamamos jóvenes, sentadas alrededor de una mesita blanca.
Una de ellas, de cabello castaño veteado de sol, le ofrece té a otra, una rubia cómodamente arrellanada en su silla con una libreta en el regazo. A la derecha la siguiente, de rasgos orientales, apoya los codos en la mesa mirando al infinito, esperando pacientemente su turno para el té. A su lado, otra chica de piel más  oscura juguetea con la cucharilla de su taza, departiendo animadamente con otra morena con el pelo recogido que la escucha con atención y una sonrisa inteligente en los labios.

Puede parecer una reunión de antiguas compañeras, atraídas por una conversación llena de recuerdos y risas. Pero, en realidad, no es así.
Cuatro de ellas no se conocen entre sí; la quinta las conoce a todas.

Todas vienen a hablar del futuro.

El cielo vuelve a tronar.

martes, 11 de enero de 2011

Guantes

Hace frío...
La mayoría de la gente convendría en que hace frío. Pero yo lo único que quiero son unos guantes, como excusa. Como seda japonesa arropando mis manos que hace tiempo se olvidaron del color morado, y como un cojín sobre el que apoyar los labios cuando hace, en teoría, frío.
Quiero que se me congelen los cabellos...
¡¡Quiero que las estrellas existan!!
Quiero llorar y que se me congelen las lágrimas.
¿Por qué todo el mundo tirita y se queja y se arropa?
Yo quiero buscar el calor de una respiración, como hacen los que esperan al amanecer, y al llegar... Se dan cuenta de que toda la noche tuvieron un cuerpo junto al suyo para dibujar espirales sobre su piel.
Quiero vivir en una nube densa como un sofá mullido.
Quiero tener horas y horas para no hacer absolutamente NADA.
Y quiero controlar el tiempo, hacer de mi mano un cuentagotas y desparramarlo, dejarlo caer, como arena en la playa que se diluye en los huesos de sabias y milenarias rocas. Volar, arrancar las hojas de los árboles, llegar al horizonte. Apartarlo, y saludar a los teloneros con una sonrisa de ceja a ceja.
Se van a enterar de quién soy yo.


Rayuela

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.


Julio Cortázar
Puede que sí, que una misma boca pueda ser dibujada y rediseñada tantas miles de veces que llegue el momento en el que uno decida, simplemente, no aburrirse de unos labios que  pueden ser los que desea besar.
Ah, pucha, todos somos humanos... Y estamos irresistiblemente llamados a la irresistible tentación de rebelarnos contra un mundo todos los dias igual.

lunes, 10 de enero de 2011

Reseña "Ser Yo Es Un Asco"

Título: Ser Yo Es Un Asco: Las verdaderas confesiones de Mina Halmilton, (posible) vampiro adolescente.
Autor/a: Kimberly Pauley

Sinopsis:
Porqué ser yo es un asco:
1. Mis padres son unos bichos raros. Sí, ya lo sé, todos los adolescentes decimos lo mismo, pero yo tengo motivos. Mis padres son unos bichos raros chupasangres: ¡son vampiros!
2. Como si ir al instituto no fuera ya suficientemente malo, ahora encima tengo que asistir a clases de vampiros con un grupo de tíos raros que quieren beber sangre.
3. Y, además, soy incapaz de terminar una frase cuando estoy en presencia de algún chico guapo (p.ej. Nathan, quien probablemente crea que sufro algún tipo de trastorno del habla).
4. Y no puedo contarle nada de esto a mi mejor amiga, Serena.
5. ¡Pero lo peor de todo es que ahora absolutamente Todo el Mundo va a enterarse de lo que ocurrió cuando mis padres me obligaron a decidir si quería convertirme en vampiro o no! Por favor, no leáis este libro. ¡Qué vergüenza!

Crítica:
De acuerdo, empezaré diciendo que es un libro estupendo. Quiero decir, ¿cuántas veces encuentras un libro que te enganche y con una historia divertida? Además, para la gente a la que leer se reduce a la tapa de detrás de los DVD (para enterarte de qué va la película) es el libro perfecto; no muy largo y para echarte unas buenas risas.
En verdad, la protagonista me recordó un tanto a Juno (de la película del mismo nombre), pero el sarcasmo es algo que puede salir en todas partes… supongo.
   - Escritura: las ideas están muy bien hiladas y realmente parece que la escribe una adolescente.
   - Argumento: no muy original, aunque algunas cosas son geniales (y los títulos de los capítulos también).
   - Personajes: algunos me han sorprendido bastante, como Audrey o Mortie, y en general no hay personajes planos o sin fondo con la posible excepción de Nathan, que me parece demasiado perfecto.
   - Recomendación: a todo el que le guste reírse con una historia de vampiros que casi ridiculiza a los propios vampiros y disfrute con los líos de la vida.

Un pequeño SPOILER: yo tenía la teoría correcta sobre la desaparición de los padres de George.